" (...)La función de la madre es mitigar. Si ella mitiga, el niño repara. Además de un objeto parcial (bueno y malo), Melanie Klein postula una presencia total de la madre desde el principio soporte y embrión de la posibilidad de un reconocimiento futuro como persona completa. He aquí un aspecto interesante de la famosa reparación en Melanie Klein. El objeto debe llegar a ser reconocido con una existencia independiente, con deseos propios más allá de esta manipulación proyectiva.
Este paso no se da sin dolor. Hay un paso del temor al dolor que se hace a través de la culpa que es vehiculizada por el amor. Sin amor por el objeto no hay culpa ni integración posible. El dolor por el objeto, el temor, ya no de la aniquilación personal sino del otro, es un requisito indispensable para la integración y también para el conocimiento. En los primeros momentos de su teoría, angustia y dolor son las emociones básicas del hombre. Son el eje de su creación teórica y de su actuación técnica. El penar por el objeto, el duelo.
El duelo es uno de los nódulos de su teoría. De allí nos quedan descripciones extraordinarias: la manía, con su correlato de omnipotencia, idealización y negación; la reparación obsesiva; la caracterización del triunfo y el desprecio, y la culpa inconsciente y el fracaso como sus consecuencias."
María Teresa Cena
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